Saneamiento: derecho humano muy lejos de ser garantizado a todas las personas

Em 2015, o Conselho de Direitos Humanos da ONU reconheceu os direitos à  água e ao esgotamento sanitário (DHAES) como distintos ((Resolución A/RES/70/169))La medida representó un paso importante para que el acceso al saneamiento dejara de permanecer en un segundo plano, en comparación con las políticas de acceso al agua potable. 

En esa época, el brasileño Léo Heller era el Relator Especial de la ONU para los DHAS (2014-2020). El cargo, recién creado, había sido ocupado por primera vez por la jurista portuguesa Catarina de Albuquerque (2008-2014).

Durante una entrevista con la directora ejecutiva del IAS, Marussia Whately, Heller destaca la necesidad de discutir las metas e indicadores de derechos humanos, la importancia de abordar las desigualdades con el objetivo de universalizar el saneamiento y el acceso a baños.

Su trayectoria profesional se integra con la participación política, iniciada desde el movimiento estudiantil. Se graduó en ingeniería civil en 1977, en la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), donde hizo la maestría en Saneamiento, Medioambiente y Recursos Hídricos y completó un doctorado en el área de Epidemiología, en la Escuela de Veterinaria. Heller realizó un posdoctorado en la Universidad de Oxford. 

El brasileño es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Nueva York y, desde 2014, es investigador del Instituto René Rachou (Fiocruz Minas). Su producción científica reúne cerca de un centenar de publicaciones en el formato de libros, artículos en revistas y trabajos en eventos.

50 % de la población sin saneamiento adecuado

Para Heller, es inaceptable que la mitad de la población mundial y brasileña no tenga acceso al saneamiento de forma segura. "Es pensar en el siglo XIX dentro del siglo XXI". Cerca de 107 millones de brasileños no cuentan con servicio de desagües y cloacas adecuado, según el Plan Nacional de Saneamiento Básico (Plansab), de 2017. De acuerdo con el documento, 86 millones tienen acceso al agua de forma precaria.

Heller explains that the greatest deficit in sewage services when compared to water has led the United Nations Human Rights Council to recognize these rights as separate, albeit integrated. “Recognizing them as separate rights means that it is possible to explore the idea of the right to sanitation (sewage treatment) on a stand-alone basis, not necessarily linked to the right to water” 

Poblaciones vulnerables desatendidas

El profesor resalta que el acceso al baño y el derecho humano al desagüe sanitario son muy imbricados, por lo que la cuestión debe ser vista a la luz de los derechos humanos. "Es muy importante identificar a quienes no tienen baño. El tema de los espacios públicos es, por ejemplo, un área ignorada, invisible para los administradores, y la población sin hogar en varias partes del mundo es muy alta y ha crecido mucho en el contexto de la pandemia. Es una población que rara vez tiene acceso a baños públicos adecuados".

Otro punto que merece atención es la relación de género en el acceso al baño. "No debemos dejar de lado el acceso de las personas transgénero y la necesidad de que haya baños que respeten su identidad y orientación sexual. Es un tema que merece mucha atención de los derechos humanos: Cómo asegurar que esas personas usen baños sin que sean sometidas a bullying, a estigmatización, a violencia". El tema ha sido discutido en países en los que estuvo mientras tenía mandato en calidad de Relator Especial de la ONU. 

No tener servicio de saneamiento tiene más implicaciones para la vida, la dignidad humana, la salud y la igualdad de género. "Cuando no hay baños o servicios de saneamiento adecuado, las mujeres y las niñas pagan un precio mucho más alto en términos de su seguridad, dignidad y privacidad", explica Heller.

"Tener acceso al saneamiento que cumpla con los requisitos de los derechos humanos significa tener acceso a instalaciones que estén disponibles y accesibles para todas las personas, independientemente de su edad, orientación sexual, estatus migratorio, si vive en asentamiento informal, área rural, o si tiene discapacidad física. Este acceso debe garantizarse a todos”. 

 

Clique na imagem a seguir para conhecer os cinco princípios dos Direitos Humanos à Água e ao Esgotamento Sanitário:

Derechos Humanos al Agua y al Saneamiento en la práctica

Como saber se os direitos humanos à água e ao esgotamento sanitário estão sendo respeitados? O ex-relator explicou que o acesso à água deve ser contínuo, com quantidade suficiente para os usos pessoais e domésticos (beber e cozinhar, lavar roupa, disposição dos dejetos e higiene pessoal e doméstica). A água precisa também  ser adequada para consumo e outros usos. Já o esgotamento sanitário deve ser seguro do ponto de vista higiênico e técnico. Para a higiene, é essencial ter acesso à água para a limpeza e a lavagem das mãos. 

Además, las instalaciones deben ser aceptables desde un punto de vista cultural, con atención a las especificidades de género en cuanto a intimidad, seguridad y dignidad. "Las instalaciones deben ser compatibles con las tradiciones: de las personas, del lugar donde viven, o pueblos a los que ellas integran. Las instalaciones y servicios de agua deben estar disponibles para su uso, al alcance de toda la población", detalla. 

O abastecimento deve ser suficiente, seguro, aceitável e acessível nas proximidades dos domicílios, escolas, centros de saúde e outras instituições e lugares públicos. A segurança física, especialmente das mulheres e crianças, deve ser assegurada durante o acesso aos serviços, que precisam contar com instalações apropriadas. Serviços e instalações de água devem estar ao alcance de todos, todas e todes, com custos e encargos diretos e indiretos acessíveis, sem comprometer o exercício de outros direitos humanos.  “Ninguém deve ser privado do acesso aos serviços por não ter capacidade econômica de pagar uma tarifa ou de arcar com os custos, por exemplo”, finaliza.

Clique na imagem a seguir para conhecer os critérios dos Direitos Humanos à Água e ao Esgotamento Sanitário:

De acuerdo con Léo Heller, además de los cinco criterios de los DHAS, en el caso del derecho al saneamiento, se añaden privacidad y dignidad. "También se utilizan, además del contenido normativo, los principios de los derechos humanos: de la igualdad, de la participación activa libre y significativa, del acceso a la información y de la realización progresiva". 

Ningún gobierno está obligado a pasar de una tasa del 30 % al 100 % en un día, ya que se entiende que es necesario un período de planificación, pero que, por otro lado, no se admiten retrocesos. "Países que han reducido sus inversiones, que han disminuido la proporción de personas con acceso, o en otras palabras, que no acompañan el crecimiento demográfico. O los que desconectan a las personas que no pueden pagar pueden ser enmarcados en la condición de países violadores de derechos humanos”.

Vea a continuación la entrevista completa:

Este contenido es parte de una serie de entrevistas realizadas con los Relatores Especiales De La ONU para los DHAS. Vea también la nota sobre la entrevista con Catarina de Albuquerque, relatora entre los años 2008 y 2014. A continuación, traeremos la conversación con Pedro Arrojo, investigador español y actual Relator Especial de la ONU para los DHAS.